Something
miércoles, 6 de julio de 2011
Velas
sábado, 16 de abril de 2011
Malavares
lunes, 31 de enero de 2011
Intento de explicación
jueves, 20 de enero de 2011
Otoño y Australia
Nuestras ciudades se llamaban Otoño y Australia. Las creamos en una hora libre entre clases, con la arena del ciclo formativo de jardinería.
Otoño tenía una casa enorme circular, donde vivían todos sus habitantes. La planta baja estaba un poco por debajo del nivel del suelo, para aislarlo del característico calor de su clima y entrabas por un gran pasadizo. Sus ventanas eran circulares y contaba con numerosos pisos. En lo alto de la casa había una escultura con forma de hoja. También había un establo con caballos y un huerto enorme.
Australia también contaba con una casa circular para todos y un establo, pero este estaba cubierto. Habían placas solares, pero los habitantes de Otoño sabían que únicamente era para disimular la enorme central nuclear que estaban a punto de construir.
Australia y Otoño crecieron en cuestión de minutos a nuestro deseo, mientras discutíamos sobre las ventajas y desventajas de cada una de las ciudades, pero nosotros estábamos seguros de que en el pequeño mundo de los australianos y otoñenses habían pasado siglos, o de eso nos intentamos convencer cuando nos obligaron a destruirlo y dejar todo donde estaba.
¿En qué estaríamos pensando? Debió ser un lapsus a la infancia, tal vez dejamos de preocuparnos en procurar ser maduros, en que el viento despeinara nuestro flequillo o qué dirían de nosotros en el instituto, durante unos minutos. Tal vez todos deberíamos tener esos lapsus de vez en cuando. Es realmente agradable.
sábado, 28 de agosto de 2010
Cambiar el mundo.
domingo, 18 de julio de 2010
¡Lo tengo!
viernes, 18 de junio de 2010
...Y te enfureces, es horrible el miedo incontenible.
“Confía en mi, nunca has soñado poder gritar y te enfureces, es horrible el miedo incontenible”, el equilibrio es imposible, Los Piratas.
Es extraño, siempre pensé que era una pesadilla rara, la cuestión, es que fue una de mis pocas pesadillas recurrentes, esa sensación de querer gritar y no lograrlo, lo curioso es que yo lo hacía como medio de escape, era sencillo, eran mis normas, si gritaba aquella pesadilla acabaría, al parecer aquello funcionaba, hasta que desembocó en ese desasosiego de quedarte sin voz.
Paradójico, porque sigo pensando así, en el fondo, parece que sólo quiero gritar, soltarlo todo y que será la manera de acabar con todo, con todo lo bueno o con todo lo malo, pero poner un punto y final, cerrar y ponerlo yo, porque es MI punto y final y MI punto y final es mío, de nadie más, o al menos así debería ser.
¿No sientes a veces que sencillamente quieres escapar? Cuando parece que las cosas sólo saben que romperse, que todo está a medias y no te llena. ¿Dime qué quieres hacer? La gente dice que en momentos así encuentra música que le haga sentirse identificado simplemente ritmos que le acompañen, pero esas canciones también parecen incompletas, yo nunca supe componer y estoy cansada de escuchar una y otra vez la misma canción.